Piscinas naturales de Madrigal de la Vera

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¡Buenas! Ya estamos en septiembre y antes de que se me haga muy tarde, quiero compartir contigo esta entrada de un mini viaje que hice un fin de semana de julio para bañarme en las piscinas naturales de Madrigal de la Vera, Cáceres.


Hablando con una amiga entre semana, me comentó que iba a iba a ir a su pueblo el viernes. Así que le pregunté si podía acoplarme con ella y sus padres, ya que yo estaba sin hacer nada en Madrid. Me dijo que sí, así que el jueves preparé una mochila con algo de ropa, las chanclas, dos bañadores y la toalla de la piscina para ir a Madrigal de la Vera.

Madrigal de la Vera: Piscinas Naturales

Madrigal de la Vera es un pequeño pueblo situado en la provincia de Cáceres, España. Sin embargo, lo que hace que este pueblo sea especial son sus piscinas naturales. La belleza natural del lugar es impresionante, con cascadas, aguas cristalinas y la naturaleza que lo rodea.

Las piscinas naturales son el lugar perfecto para aquellos que buscan relajarse y disfrutar de la naturaleza. Los visitantes pueden nadar en las aguas frescas y refrescantes o simplemente sentarse en las rocas y disfrutar del paisaje.

Además de sus piscinas naturales, Madrigal de la Vera es conocido por su rica historia y cultura. El pueblo tiene una arquitectura medieval impresionante y está rodeado de verdes paisajes de montañas y bosques. La experiencia de nadar en estas piscinas naturales rodeado de tanta belleza es verdaderamente única.

Piscina natural el Cardenillo

Como salimos a las seis de la tarde, me dio tiempo a hacer una tortilla de patata (me sabía mal ir de vacío). Casi nos la comemos en el coche por el atasco que pillamos. Recuerdo que estaba muy nublado, casi para llover (con unas nubes algo extrañas llamadas undulatus asperatus). Menos mal, que tuvimos suerte y no llovió nada.

Nubes durante el trayecto de Madrid a Madrigal de la Vera.

Llegamos sobre las nueve, y como todavía había luz, fuimos al Cardenillo a darnos un baño. Es una de las piscinas naturales de Madrigal de la Vera de la Garganta de Alardos. El agua estaba un poco fría, pero mereció la pena porque estuvimos prácticamente solos. Por ello, pudimos nadar sin problema (suele llenarse mucho los fines de semana en verano).

Después de estar más o menos veinte minutos en el río, nos fuimos a casa, cenamos y echamos unas partidas a las cartas. Sobre las doce y media nos metimos en la cama.

Piscina natural la Caldera

Este día nos despertamos pronto para subir andando a «La Caldera», otra de las piscinas naturales de Madrigal de la Vera. Desayunamos y nos preparamos rápido para salir con la fresca. Durante el trayecto apenas nos cruzamos con gente, solo vimos a tres personas que volvían hacia el pueblo. Cuando nos quedaban unos diez minutos para llegar, empezamos a «desintegrarnos» del calor que teníamos. Así que, una vez que llegamos (a los cuarenta y cinco minutos de haber salido desde el pueblo), nos metimos directamente en La Caldera, una de las mejores pozas de Madrigal de la Vera.


Allí estuvimos hasta las doce y media, ya que, queríamos volver para tomar algo con los padres de mi amiga.

El camino no fue del todo malo, cómo íbamos mojados no pasamos demasiado calor (exceptuando los últimos minutos). Al llegar preparamos unos tintos, cervezas, embutido y queso para retomar fuerzas.

Por la tarde fuimos andando todos a una poza llamada «El Rubioso». El camino era el mismo que el de por la mañana. Lo único diferente era, que había que desviarse unos quince minutos antes hacia la derecha. Lo que no me gusta de esta parte de la garganta, es que el agua cubre menos y te vas chocando con las rocas si quieres nadar.

Allí estuvimos hasta las ocho de la tarde. Al llegar a casa, preparamos la cena y echamos una partida a los dados (nos ganó la madre de mi amiga).

Piscina natural Charco Negro

Por la mañana fuimos de nuevo a La Caldera. Al llegar ya había varias personas bañándose. Media hora más tarde empezó a llenarse de grupos de familias y jóvenes. Todos ellos iban preparados con neveras para pasar el día en esta fantástica zona de Madrigal de la Vera.

Por la tarde estuvimos en una poza llamada «Charco Negro» una hora. Es una zona de la garganta de Alardos poco profunda, recomendable para niños. De aquí nos fuimos a casa, cenamos, recogimos todo, metimos las maletas en el coche y volvimos a Madrid.

Madrigal de la Vera es un lugar imprescindible para aquellos que buscan un refugio tranquilo y natural. Las piscinas naturales de este pueblo son un verdadero tesoro escondido que merece la pena descubrir.

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